He aquí mi especialidad, la tarta sacher. Es una tarta que he hecho en varias ocasiones y a la que le tengo un cariño especial, porque fue la primera que me encargaron en mi vida… pero esa es otra mágica historia 😉
Ingredientes
3 tazas de harina de trigo sarraceno (60%) y harina de maiz (40%) (si no eres celiaco puedes usar 3 tazas de la harina que más te guste, trigo, trigo integral, espelta…)
1 y 1/2 tazas de azúcar integral
1 cucharada de levadura en polvo
1 pizca de sal
2 tazas de agua
1/2 taza de aceite de oliva
200gr de chocolate para repostería
1 bote de mermelada de albaricoque (la tarta sacher original se hace con mermelada del albaricoque, pero yo siempre digo que el chocolate y la naranja son la pareja perfecta, así que como me gusta tanto esa combinación, suelo usar mermelada de naranja amarga)
Cobertura: 150 gr de azúcar, 150 ml de agua, 300 gr de chocolate para repostería.
Almíbar: Partes iguales de agua y azúcar, según la cantidad que queramos, por ejemplo: 200 ml de agua y 200 ml de azúcar.
Preparación
Primero de echan todos los ingredientes secos en un bol y se mezclan bien (harina, levadura, y sal). A continuación se funde el chocolate en un cacito con el fuego al mínimo, y para ahorrarnos disgustos y que se pegue, le añadiremos, cuando se empiece a fundir, el aceite. Cuando esté bien derretido, añadimos a este cazo las dos tazas de agua, tibia o caliente, para que no nos cuaje el chocolate que tenemos ya fundido (esto sería un estropicio, y en nuestra cocina sólo queremos cosas bien hechas y ricas). Ahora vertemos el contenido de este cacito en el bol de los ingredientes secos y mezclamos bien con una varilla.
Se pone esta mezcla en un molde redondo para tarta, cuya base habremos forrado con papel de hornear para que no se nos pegue.
Se introduce en el horno, previamente calentado a 170-180ºC según la potencia de nuestro horno. Tardará en hacerse unos 45 minutos, pero habrá que ir comprobando cómo está nuestro bizcocho con el truco del palillo (ya sabéis, si sale mojado es que aun le queda tiempo a la tarta, y si sale seco es que está lista).
Una vez tengamos nuestro bizcocho, lo desmoldaremos y lo dejaremos enfriar en una rejilla. A continuación se corta con un cuchillo de sierra para obtener dos planchas circulares de bizcocho, que mojaremos con un almíbar que lo preparamos disolviendo la misma cantidad de agua que de azúcar en un cacito a fuego bajo.
Sobre una de las planchas, ponemos una capa de mermelada de naranja amarga
y cubrimos con la otra plancha. ¡Ya tenemos nuestra tarta montada! Ahora sólo nos falta la cobertura y adornar 😀
Para preparar nuestra cobertura de chocolate brillante haremos un almíbar con el agua y el azúcar. Agregaremos el chocolate troceado y batimos con unas barillas a fuego bajo hasta que el chocolate se haya derretido y la mezcla esté lisa. Se calienta a 110º (si no tienes termómetro para medirlo, puedes saber que está a esa temperatura cuando al levantar la varilla se forman hebras como caramelo. Cuando el glaseado esté en ese punto lo tenemos que usar de inmediato. Para ello tendremos nuestra tarta preparada sobre una rejilla con un plato debajo, y volcaremos este chocolate por encima (aviso: este momento es un festival para los sentidos) 🙂 Bañaremos unas fresas en el chocolate que nos sobre y las colocamos como adorno.
¡Ya tenemos nuestra tarta! ¡y en calidad profesional! Tacháaaaaaaaaaan
Y ahora lo mejor de todo… ¡probarla! Bon profit 🙂
Y para cualquier consulta nutricional, no dudes en contactarme en celianutriananda@gmail.com 😀