Hola, ¿qué tal? En esta ocasión te traigo una receta de lo más cuqui ❤ y es que, ¿quién puede resistirse a estas cookies tan sanas y monas? Están hechas, como siempre, sin huevos ni lácteos, para que las puedan tomar personas con intolerancias a estos alimentos. Son perfectas para el desayuno y la merienda, y nos darán energía para parar un tren. ¿Quieres saber cómo se hacen? ¡Vamos allá!
Ingredientes (unas 20 unidades):
- 2 tazas de harina integral
- 1 taza de copos de avena
- 1 taza de azúcar moreno
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 1 cucharadita de vainilla en polvo
- 1 cucharada de nueces picadas
- 2 cucharadas de nibs de cacao (los nibs de cacao son los trocitos de cacao puro que componen la semilla de cacao)
- 1/2 taza de aceite de oliva virgen extra
- 1/3 taza de leche de avena
- Para decorar: Una tableta de chocolate fondant, y 4 cucharadas de bayas de goji
Preparación:
En un bol grande, mezcla todos los ingredientes secos (la harina, la avena, el azúcar, la levadura, la vainilla, las nueces y los nibs de cacao). Añade ahora los ingredientes líquidos (el aceite de oliva y la leche de avena) y mezcla bien con las manos hasta que todos los ingredientes queden bien integrados. Cubre una bandeja de horno con papel de hornear. Mientras preparas las cookies, pon a precalentar el horno a 180ºC. Para darle forma a las cookies coge una porción de masa del tamaño de una nuez, y forma una bolita con ella. A continuación, aplástala sobre la bandeja de horno con un estampador de galletas, con la base de un vaso, o con tu propia mano.
Deja espacio entre una galleta y otra, ya que crecerán un poco al hornearse. Cuécelas en el horno durante 20-25 minutos (hasta que veas que los bordes empiezan a dorarse). Déjalas enfriar sobre una rejilla.
Mientras se enfrían las galletas, pon a fundir la tableta de chocolate al baño maría. Cuando lo tengas listo, prepara una superficie plana cubierta con papel de hornar. Baña la mitad de la galleta en el chocolate y ponla sobre el papel sulfurizado para no manchar. Decora con unas bayas de goji y déjalas enfriar ❤
Nota: La avena es uno de los granos más nutritivos. Estabiliza el azúcar en sangre y combate los picos de hambre si se toma sin refinar. Ayuda a aliviar los cambios de humor, dado que estabiliza los niveles de estrógeno), y reduce la retención de líquidos.
La fibra soluble que contiene reduce el nivel de colesterol y la hipertensión, fomentando la salud cardiovascular.
Al producir bolo alimenticio, la avena mejora el proceso digestivo, evitando o aliviando el estreñimiento. Al mismo tiempo calma el aparato digestivo, sobre todo en casos de gastritis y colon irritable, dado que limpia el intestino de alimentos y carcinógenos, y ayuda a prevenir el cáncer de colon.
Los copos de avena se pueden tomar crudos o cocinados. Abstenerse personas celíacas.
La avena, al estar cargada de vitaminas B1, B2, B3, B5, E, ácido fólico, calcio, hierro, magnesio, fósforo, fibra y proteína contribuye a la formación de huesos, dientes y tejidos conectores. Es bueno tomarla durante la convalecencia, sobre todo después de dar a luz.
Es famosa por su efecto relajante, y un remedio popular contra el insomnio aconseja dormir sobre una almohada llena de avena.
Espero que te haya gustado esta receta y que la pongas en práctica, pero aviso: ¡VUELAN!
¡Que tengas un día precioso!